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Instagram: @elvuelodedani

Todo era perfecto, todo parecía ir bien, hasta que de repente un día entra la sospecha en tu vida, tu niño ya no mira como antes, no atiende a su nombre, tú quieres negar la evidencia, pero cada vez es más evidente, tu niño de 18 meses deja de decir las pocas palabras que decía y tú no entiendes nada.

No se lo dices a nadie…

Empiezas a no dormir por las noches buscando una respuesta a tus sospechas y todo te lleva a una misma conclusión: autismo.

Empieza nuestro recorrido por especialistas, pruebas pero nadie termina de darnos un diagnóstico, sospecha de autismo, pero tú necesitas más, necesitas un diagnóstico claro para poder ayudar a tu hijo.

Llegamos a Madrid y allí cuando Dani tenía 5 años finalmente nos dan el diagnóstico: autismo.

El diagnóstico que cada día tenía claro y cada día negaba en mi cabeza , ese que no verbalizabas porque creías que así sería menos real, ese que cuando conseguías verbalizar todos te decían que no.

Junto con el diagnóstico llego el pronóstico. Ese pronóstico fue el que me hundió en la más profunda tristeza. Yo ya sabía que mi hijo era autista, estaba preparada para asumirlo, de hecho ya lo tenía asumido antes de entrar en esa consulta, pero para lo que no estaba preparada era para ese pronóstico tan desalentador en un niño de tan sólo 5 años.

Me dijeron que mi hijo empeoraría con los años, que tendría que ir a un colegio especial, que sus conductas diruptivas irían a más por su falta de comprensión y comunicación. En ningún momento me dijeron que trabajando, que con terapias adecuadas Dani mejoraría.

Me negué a aceptar que mi hijo “no podría”,

toqué muchas puertas, Dani no avanzaba así que buscaba nuevos profesionales y nuevas puertas, toqué muchas sin resultados, hasta que un día toqué la adecuada, los profesionales que vieron a un niño pidiendo ayuda y no un pronóstico sin solución.

Dani no avanzaba porque no tenía los apoyos que necesitaba. NO le des un picto a un niño autista para comunicarse si ese no es el apoyo que necesita! Busca otros apoyos!

Dani tenía ansiedad, una frustación que se presentaba en rabietas y conductas diruptivas porque no entendía el entorno y el entorno tampoco lo entendía a él.

Con los nuevos profesionales todo cambió, ellos sí le dieron los apoyos que necesitaba, creyeron en Dani y me enseñaron a mí a creer con todas mis fuerzas.

Me formaron a mí también, por fin podía ayudar a mi hijo. Gracias a ellos y al trabajo diario de Dani todo cambió.

Dani tuvo la oportunidad de demostrar que si podía si creías en él y le dabas los apoyos que necesitaba.

Poco a poco fue quedando atrás el trastorno del sueño, el escapismo, la restricción alimentaria, rabietas…y fue llegando el control de esfínteres, la comprensión del entorno, la comunicación, el lenguaje…

Actualmente Dani es un adolescente de 14 años, que cada día sigue avanzando, que ha logrado metas que yo creía imposibles y seguirá cada día alcanzando sueños.

Nada queda de ese pronóstico de hace años. Nadie tiene derecho a ponerle techo a un niño de 5 años.

Dani fue rechazado en muchos clubes deportivos por su condición, decidieron no implicarse sin nisiquiera conocerlo. Sin embargo, nunca dejamos de tocar puertas, Dani tenía derecho a practicar un deporte.

Actualmente Dani practica surf, escalada y triatlón porque hubo clubes y entrenadores que si decidieron implicarse, si vieron a Dani y no vieron un diagnóstico.

Dani compite en escalada y en triatlón, gracias a los entrenadores y compañeros que decidieron creer en él y apoyarlo en el proceso.

El domingo Dani participó en su primer acuatlón solo, sin la guía de sus compañeros, y Dani el domingo lo logró, cruzó esa meta que le hacía feliz y seguirá cruzando todas sus metas porque jamás dejará de intentarlo, jamás dejará de luchar por sus sueños.

Dani empezó a volar el día que le dieron alas para intentarlo. Jamás dejes de tocar esa última puerta porque quizás sea la que te cambie la vida.

Hoy Dani es mi gran ejemplo de superación y lucha. No sabemos hasta donde llegará Dani pero lo que si sabemos es que jamás dejarán de intentarlo una vez más y nosotros lo haremos a su lado.

Recuerda que la discapacidad está en los ojos de los que no saben mirar.

Gracias!

Patricia @elvuelodedani

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