Ir al contenido

Azul es Mi Familia

La vida nos muestra que las familias se presentan en muchas formas, y cada una lleva consigo una historia única de amor, sacrificio y resiliencia.

Cuando en nuestra familia recibimos el diagnóstico de autismo para nuestro hijo o hija, nos encontramos ante un viaje complejo y profundo, lleno de incertidumbres, desafíos, y también de momentos de luz. La vida nos cambia en un instante y comenzamos a ver el mundo a través de una nueva perspectiva, donde cada pequeño avance se convierte en una celebración y cada obstáculo en una oportunidad de crecimiento.

En el mes de noviembre, dedicado a celebrar la familia, quiero honrar a cada madre, padre, hermano y hermana que camina por este sendero. A las familias de niños, niñas y adolescentes con autismo nos unen experiencias de lucha y momentos de superación que tal vez el resto del mundo nunca vea. Esta travesía, a menudo solitaria, nos enseña la importancia de construir un espacio de apoyo, de ser solidarios, y de saber que no estamos solos, aunque a veces pueda sentirse así.

Las familias que enfrentamos el autismo enfrentamos retos que se extienden a todos los ámbitos de la vida. El diagnóstico no solo impacta a la persona con autismo, sino a todos los miembros de la familia, que se ven inmersos en una transformación profunda, a nivel personal y familiar. Esto afecta desde lo profesional, lo matrimonial y lo económico, hasta lo emocional, poniendo a prueba nuestra paciencia, resiliencia y capacidad de adaptación. En este camino, las madres solteras son verdaderas guerreras, sacando fuerza de donde parece que ya no queda, enfrentando cada día con una dedicación y entrega que son un acto de amor absoluto.

Recuerdo mis propios días difíciles, y es en esos momentos donde entendí la importancia de tener una comunidad. Encontré esa fortaleza en mi «familia azul», en personas que saben lo que significa cada logro, por pequeño que sea, y que entienden la magnitud de cada esfuerzo. Formar parte de una comunidad de familias azules, padres y madres que han pasado por lo mismo, es como encontrar un puerto seguro en medio de una tormenta. Cada conversación, cada consejo, cada palabra de aliento nos acerca más a sentir que, aunque el camino sea arduo, no tenemos que recorrerlo en soledad.

Mi historia

¡Sebastián fue diagnosticado con AUTISMO!

Fue un choque de emociones para mí cuando recibí el diagnóstico de mi hijo en medio de un proceso de separación y depresión post parto. Desde hacía varios años escuchaba hablar de autismo por una destacada periodista que también sus hijos viven con esta condición, y no fue hasta que me tocó a mí cuando asimilé que es mi vida con el autismo de mi hijo. Los primeros signos apare- cieron en el 2017, pero no fue hasta el 2018 cuando recién cumplía sus 2 años, cuando yo notaba algunos cambios en el y mis amigas me alertaron de llevarlo y saber que pasaba con el niño. De momento dejo de pronunciar palabras, no respondía a mis llamados, ni tenía mirada fija y emitía sonidos no usuales en niños de su edad.

Al principio pensé: Bueno, quizás tiene algún «Problemita de audición» pero no, todo estaba bien. Luego de someterlo una evaluación con especialistas en el área, el resultado fue positivo.

Además de recomendaciones de mis amigas, mi instinto de madre me decía que algo no estaba bien, me negaba y no estaba convencida pero al final si resultó que mi hijo tenía que vivir con el autismo.

Después de la tormenta, llega la calma… Recibí apoyo de parte de mi familia y los médicos de mi hijo, fue ahí donde tomamos la decisión de mandarlo a recibir tratamientos y terapias a su lugar de nacimiento. No dudé un segundo en pensar en su bienestar y su futuro, porque sé que cuando él sea un adulto me lo va agradecer. Fueron momentos demucha ansiedad, tristeza, depresiones e incertidumbres. Piensas que tu vida termina en un minuto, hasta pensamos en momentos ¿por qué a mí? Solo puedo decirte que papá Dios siempre sabe porque y como lo hace. Sabía en ese momento que Sebastián se enfrentaría a muchos desafíos a lo largo de su vida, y ahora le encuentro sentido a todo. Solo es contar con las herramientas necesarias y lo demás se logra.

No todas las historias con como la mía, pero quiero que sepas que el diagnóstico temprano es clave para hacer una diferencia en el desarrollo del niño de por vida, no solo será en el momento del diagnóstico. A ti mamá azul que me sigues, que me lees y que te identificas conmigo, cuando notes cambios significativos en tu niño o niña, ve inmediatamente y pide ayuda; Pensar en el futuro de nuestros hijos sean neurotípicos o neurodiversos siempre debe ser nuestra prioridad.

Instagram: @shamindiaze

Deja un comentario